La mirada a la ciclicidad Una de las características más llamativas del mundo contemporáneo consiste en sus tendencias opuestas. Esto se percibe muy claramente en política: por un lado, se observa una creciente demanda por más derechos progresistas y liberales, a la par que renacen valores y tendencias conservadoras, tradicionalistas y retrógradas. En el terreno de las ciencias y las tecnologías ocurre una paradoja similar: desde la revolución industrial vivimos un progreso acelerado y continuo en materias científicas y tecnológicas, cohabitamos más digitalizados, laicos y urbanizados que nunca, pero, a la vez, aumentan sus resistencias. Cada vez son más las personas que emigran de la ciudad, recuperan saberes ancestrales o adoptan formas de vida comunitarias ajenas a modelos centrados en el exitismo, el capital o el rendimiento. Esto también activa también la necesidad por salir de una ciencia normativa para abrir alternativas de lo posible en lo individual y colectivo. El interés y permanencia de la astrología como una constante cultural, parece ser un asunto que se ubica en el seno de las paradojas modernas. La cuestión aquí no gira en torno a la disputa entre astrónomos y astrólogos por el dominio de los cielos. La pregunta en pugna es otra: reconocer o no su legitimidad racional. Así, partes importantes de la población estiman sensaciones antagónicas por la astrología: desprecio o fascinación. Quienes la critican, sostienen que se trata no solo de una charlatanería, sino más fundamentalmente, de una incultura, de una gran irracional. La astrología, bajo este prisma, representa una suerte de oscurantismo del pensar, un mito, una magia, una mentira consoladora que engaña y ofende al intelecto ilustrado. Quienes la defienden, al otro extremo, la vislumbran como una herramienta imprescindible para alcanzar los propósitos personales ocultos, los más fundamentales, la evolución de uno mismo y las conciencias, y con un lenguaje propio. En filosofía, son pocos quienes si quiera se refieren al tema. Pareciera ser que en dicha omisión, todo lo que tenga que ver con razones y argumentos quedaría ajeno a la decretada mentira que nos cuentan astrólogos sobre arquetipos, cartas natales, astros y signos. Pero ¿es la astrología en efecto una irracionalidad?, ¿un engaño o superstición? O ¿no será que existen también otras formas de racionalidad, distintas a la que aprendemos de la lógica o de las ciencias exactas, pero que tiene sus propias razones? ¿hay razón en la astrología? En la medida en que la astrología es una de las prácticas orientadoras más antiguas de la humanidad ¿será su permanencia un residuo de barbarie o no será más bien, expresión de formas de comprensión y orientación de la existencia mucho más significativas? ¿será la apertura al misterio una constante antropológica? Estas y otras preguntas son las que trataremos en este inédito taller.
Sesión 1: Filosofía y Astrología: ¿Puede la filosofía dialogar con la astrología? ¿Qué es la filosofía y la astrología? ¿En qué coinciden y en qué se distancian? ¿Se trata la astrología de superstición, irracionalidad o espiritualidad? ¿Por qué tantas personas creen en la astrología? ¿Qué justificación deben tener nuestras creencias para ser válidas? ¿Es irracional lo que no es científico? ¿Por qué en pleno siglo XXI se observa una necesidad por saberes paracientíficos y prácticas psico mágicas?
Sesión 2: Astrología, terapia y lenguaje: ¿Cómo entiende el tiempo la astrología y de qué modo es una apertura a otros modos de relacionarse con y en el mundo? ¿cuáles son los fundamentos de la astrología, sus símbolos, sintonías y arquetipos? ¿Es la astrología un lenguaje transversal? ¿Puede la astrología ser terapéutica? ¿por qué la astrología vincula las travesías de la vida con la naturaleza, el colectivo y lo sagrado?
Duración Taller: 2 sesiones de 2hrs. aprox. cada una.
Fechas y Horarios Sesiones:
Sesión 1: Martes 03 de enero 2023 de 20:00 a 22:00hrs. Argentina.
Sesión 2: Martes 10 de enero 2023 de 20:00 a 22:00hrs. Argentina.